Charles Darwin es sin duda alguna una de las personalidades
que más han representado para el avance de la ciencia en la historia de la
Humanidad, sus estudios sobre la Evolución y sobre todo, el descubrimiento de
la Selección Natural, marcó el nuevo rumbo de la Biología. Nació en Shrewsbury, Shropshire el 12 de febrero de 1809 en
el seno de una familia acomodada de la Inglaterra Victoriana, era hijo de un
médico prestigioso, nieto por parte de padre del también médico y Naturalista
Erasmus Darwin, y por parte de madre del famoso fabricante de porcelanas Josiah
Wedgwood. Tras un mediocre paso por los estudios elementales, en 1825
comenzó a estudiar medicina en Edimburgo para continuar la saga familiar, que
abandonó en 1827 para ingresar en Cambridge y cursar estudios de sacerdocio,
aunque tampoco esta era su vocación. Pero allí tuvo la oportunidad de acudir a
interesantes disertaciones científicas que realmente le motivaron, y que
aprovechó para conocer a importantes personalidades en el mundo de la ciencia,
como el geólogo Adam Sedgwick que le enseñó a aplicar una metodología
científica en el análisis de los hechos y al naturalista John Stevens Henslow,
profesor de botánica del que aprendió a tomar datos de sus observaciones y
recolectar muestras de forma detallada. Tras acabar sus estudios en 1831 a los 22 años, obtuvo por
mediación de Henslow el puesto de naturalista sin sueldo en el barco de
reconocimiento HMS Beagle, que iniciaba una expedición científica alrededor del
mundo. Aunque a su familia no le gusto mucho la idea, el joven Darwin se
encontraba entusiasmado. Se hizo con el mayor número de instrumentos
científicos y libros que pudo recopilar y subió a bordo, entre sus libros de
cabecera se encontraba Principios de Geología de Charles Lyell, texto que le
había impresionado. Durante el viaje, que duró cinco años pasó muchas
penalidades, continuos mareos y enfermedades que le afectaron a su salud para
toda la vida, pero esto no fue obstáculo para que a su regreso hubiera
recopilado una cantidad inmensa de datos y anotaciones sobre geografía,
geología, botánica y zoología, así como un gran número de muestras. Ilustración del
Origen de las Especies A su vuelta a Inglaterra se casó con su prima Emma Wedgwood,
y tras unos años en Londres se trasladó a Down, un lugar tranquilo próximo al
mar, donde se dedicó de lleno a la labor de analizar la desbordante cantidad de
notas que trajo consigo, de las que obtendría información suficiente para
escribir varios libros. Había encontrado el rumbo de su vida. Publicó parte de la información recogida en forma de varios
libros, y aunque estaba muy bien explicar como se comportaban los animales y
que aspecto tenían las plantas de remotos lugares del globo, a él le interesaba
mucho más el significado de todo aquello que había visto, el cómo y el por qué. Fue anotando sus observaciones sobre las variaciones
hereditarias en sus "Cuadernos sobre la transmutación de las
especies", pero cuando leyó el libro "Ensayo sobre el principio de
población" del clérigo y economista político Thomas Robert Malthus, fue el
momento en el que encontró la respuesta que buscaba. Las ideas de Malthus sobre el equilibrio de las poblaciones
humanas le dieron la pista sobre el mecanismo que rige el fenómeno evolutivo:
la Selección Natural, que se basa en la supervivencia de los más aptos. En 1838 Darwin ya había perfilado su teoría de la evolución,
pero consciente de las repercusiones que iba a causar y del rechazo que
ocasionaría su publicación en la conservadora sociedad victoriana, decidió
demorarla y continuar su perfeccionamiento añadiendo ocasionalmente nuevos
datos. No fue hasta que en 1858 recibió una carta del también
naturalista Alfred Russel Wallace, que le hizo cambiar de opinión. A.R. Wallace tras sus viajes por América del sur, Océano
Índico y Pacífico Sur había llegado de forma independiente al mecanismo de la
Selección natural como motor de la evolución. Había conocido a Darwin en una
ocasión en 1848 antes de partir en su viaje, era consciente de su prestigio
como naturalista experto y en alguna ocasión había cruzado correspondencia con
él sobre cuestiones de la permanencia y mutación de las especies. Por este
motivo, junto a la carta le envió su corto ensayo "Sobre la tendencia de
las variedades a apartarse indefinidamente del tipo original", pidiéndole
que lo leyera y que si lo consideraba interesante se lo hiciera llegar a
Charles Lyell. Wallace no era consciente que Darwin hubiera descubierto la
Selección natural con anterioridad, ni del grado de prioridad que tendría la
publicación de su ensayo sobre el trabajo de toda la vida de Darwin. Esta
circunstancia causó una profunda conmoción en Darwin, que no sabía como actuar
sin quedar como deshonesto, llegando a escribir "Preferiría quemar mi
libro entero antes que él pensara que he obrado indignamente". Charles Darwin Fueron sus amigos Charles Lyell y Joseph Hooker, conocedores
de sus trabajos, y que durante muchos años le habían incitado a publicarlos los
que organizaron en julio de 1858 un acto en la Linnean Society de Londres, en
el que se leyó una memoria conjunta de Darwin y Wallace que posteriormente se
publicó en el diario de la Sociedad. Darwin y Wallace mantuvieron toda su vida una mutua y
generosa relación, reconociendo siempre Wallace a Darwin como primer
descubridor del mecanismo de la Selección Natural. "El Origen de las especies por selección natural"
se puso a la venta el 24 de noviembre de 1859, agotándose ese mismo día, en
enero de 1860 salió la segunda edición, llegando a seis ediciones en vida de
Darwin. Desde entonces no ha dejado de editarse siendo traducido a más de
treinta idiomas. Su publicación constituía una revolución científica similar a
las que causaron Galileo, Copérnico y Newton en su momento, y además como
Darwin preveía causó una auténtica conmoción en la conservadora sociedad
británica del siglo XIX, que lo consideraba como una herejía. Por ello recibió
los más feroces e insultantes ataques a su persona durante el resto de su vida. La importancia del "Origen de las especies" en la
biología moderna ha eclipsado el resto de la obra de Darwin, y no por eso es
menos importante o extensa. Una vez concluyó su obra cumbre, continuó
escribiendo de forma metódica profundizando en el tema evolutivo. En 1862
publicó un libro sobre "Fertilización de las orquídeas", en 1868
"Variación de animales y plantas bajo domesticación", en 1871
"El origen del hombre", en 1872 "La expresión de las emociones
en el hombre y los animales", en 1875 "Las plantas insectívoras"
y "Sobre los movimientos y costumbres de las plantas trepadoras", en
1876, "Los efectos de la autofertilización y de la fertilización cruzada
en el reino vegetal", en 1877 "Las diferentes formas de las
flores", en 1879 "Vida de Erasmus Darwin", en 1880 "El
poder del movimiento de las plantas" y por último en 1881 publica "La
formación del mantillo vegetal por la acción de las lombrices", y con
anterioridad al "Origen de las especies" ya había escrito en 1839
"Diario de investigaciones" sobre su viaje en el Beagle, en 1842
"Estructura y distribución de los arrecifes de coral", en 1846
"Observaciones Geológicas en América del sur", en 1851 un primer
volumen de "Monografía sobre los Cirrípedos", en 1852 un segundo
volumen sobre los cirrípedos. Como se puede apreciar realizó una fructífera
labor de escritor sobre temas de historia natural desde geología a
antropología, pasando por botánica y zoología. Hacia 1877 a pesar de la oposición de algunos sectores
reaccionarios de la sociedad, la teoría de la Evolución por medio de la
selección natural había conseguido la aceptación por la mayoría de la comunidad
científica, que empezó a reconocérselo públicamente y a concederle los honores
durante tanto tiempo negados, obteniendo distinciones, medallas, títulos, y su
pertenencia a las más ilustres sociedades de la época, hasta que apenas quedó
alguna recompensa científica que no hubiese conseguido. El día 19 de abril de 1882 Darwin falleció de un colapso
cardiaco en su casa de Down, recibiendo sepultura en la nave norte de la
catedral de Westminster, junto a la tumba de Newton, su entierro se celebró con
todos los honores de un héroe nacional el 26 de abril, siendo portado su
féretro por miembros de la cámara de los comunes, el presidente de la Royal
Society, el embajador de EE.UU., varios nobles, y sus amigos Hooker, Huxley y
Wallace
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